En el
tercer capítulo, sobre el aburrimiento, Byung-Chul Han me parece muy
interesante ya que habla del exceso de estímulos que dispersan la atención
como, por ejemplo, los juegos de ordenador o las tareas
"multitasking", una habilidad para la que están capacitados tanto el
hombre actual como los animales salvajes (estresados por los ruidos
"raros" en la selva y en permanente estado de vigilancia para
sobrevivir). Ninguno de los dos está inmerso en lo contemplativo. De la
preocupación por una buena vida, el ego hiperactivo actual pasa a una
preocupación por la superivivencia, lo que no es un buen ambiente para generar
cultura o incluso bailar, que son fruto de la vida contemplativa y el
aburrimiento. Esto plantea para describir como el ser se cansa de lo rutinario y como siempre busca nuevas formas de hacer las cosas.
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